Sin embargo, la seguridad privada representada por agentes de seguridad que hacen parte de empresas privadas, han ido ocupando importantes reglones en los procesos de seguridad en las ciudades y regiones del país.

Colombia está viviendo situaciones críticas a nivel de seguridad; en distintas regiones del país, se han afianzado los movimientos organizados terroristas que han afectado la seguridad de los habitantes que habitan allí, lo que ha provocado zozobra e intranquilidad.

Ciudades capitales como Bogotá, Medellín o Cali se han visto afectadas por un incremento en los casos de hurtos y violencia sistemática contra sus habitantes, lo que ha provocado que sus ciudadanos transiten con mayo precaución en la mayoría de su territorio.

Desde sicariatos hasta hurtos a locales y viviendas, son las situaciones que han hecho que aumento una percepción de inseguridad por parte de sus habitantes evidenciándose en una progresiva diminución del pie de fuerza pública para atender estos casos.

No obstante, es deber del Estado garantizar la seguridad e integridad de todos sus habitantes, representado estos en cabeza del poder ejecutivo y sus Fuerzas armadas legalmente constituida.

Sin embargo, la seguridad privada representada por agentes de seguridad que hacen parte de empresas privadas, han ido ocupando importantes reglones en los procesos de seguridad en las ciudades y regiones del país.

Esta percepción de inseguridad y de una ineficiencia por parte de las autoridades ha permitido el aumento de la demanda de vigilancia y seguridad privada en Colombia.

La Academia Centro de Estudios Especializados en Seguridad Privada (CEESP) ubicada en Bogotá, y con distintos centros de estudios a nivel nacional ofrece procesos de capacitación y formación en vigilancia y seguridad para garantizar contar con el mejor personal disponible para atender estos casos

Para la Academia CEESP la prestación de servicios de seguridad debe actuar en pro de contribuir en la seguridad y defensa nacional; de allí que debe contar con el mejor personal capacitado para atender diferentes casos que pueden poner en peligro la integridad de las personas.

Por ello, orienta sus esfuerzos a proporcionar y brindar a las personas que hacen parte de sus procesos de formación instrucción y capacitación sobre delitos como el secuestro, el hurto, la extorsión, los homicidios, entre otros.