Por: Andrews Straus, Socio Fundador de Consinfra
Desde hace 35 años en Alemania se viene desarrollando el criterio Passive House, que contempla la construcción de edificios como un sistema regulado por leyes físicas de perdida y ganancia de energía.
La palabra “pasiva” bajo la regulación biodegradable se deriva del concepto de eliminar al máximo el desperdicio energético utilizando diseños arquitectónicos que emplean mecanismos pasivos tanto de calefacción como de refrigeración.
Passive House contempla cinco principios básicos (gráfica No.1). El primero, relacionado con el aislamiento Térmico adecuado del entorno de la vivienda, para evitar las pérdidas de calor en climas fríos o mantener enfriado el interior de la vivienda en climas cálidos. La segunda medida es la eliminación de “Puentes Térmicos”, los cuales se presentan en las uniones estructurales en una construcción, impidiendo el aislamiento térmico continuo del entorno de la misma. El tercero, es la utilización de ventanas de alta eficiencia por ejemplo los vidrios dobles de baja ganancia solar y marcos aislados térmicamente que se pueden adecuar en climas cálidos o pisos térmicos altos. La cuarta regla se basa en la hermeticidad de la vivienda, para eliminar la infiltración de aire externo, que en el caso de ciudades como Cartagena seria caliente y húmedo, lo cual incrementa la necesidad de refrigeración y deshumidificación. El quinto principio corresponde a la ventilación con recuperación de energía para proporcionar el aire fresco necesario para lo habitantes de la vivienda. Esto se logra con un sistema de ventilación mecánico de flujo balanceado.
En regiones tropicales como es el caso de Cartagena, conlleva a la implementación de sistemas de aire acondicionado sobre diseñados para compensar las pérdidas causadas por un diseño insuficiente en términos de eficiencia energética.
Al aplicar estos cinco componentes fundamentales, el edificio o la casa Passive House logra reducciones de energía refrigerante de hasta un 90% y por consiguiente su impacto sobre el cambio climático y la evolución de la red de electrificación.
Y es que el informe de la Agencia Internacional de Energía del 2018, que indica el futuro de la refrigeración así lo establece: “Se espera que la demanda mundial de energía de los equipos de aire acondicionado se triplique para el 2050, lo que requerirá una nueva capacidad de electricidad equivalente a la capacidad de electricidad combinada de los Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. … El stock mundial de aires acondicionados en edificios crecerá a 5600 millones para el 2050, frente a los 1600 millones actuales, lo que equivale a 10 nuevos aires acondicionados vendidos cada segundo durante los próximos 30 años…” Para evitar exacerbar la crisis climática, es crucial abordar las cargas de enfriamiento de los edificios, especialmente en las regiones tropicales del mundo, donde se requiere enfriamiento y deshumidificación las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Como pioneros en responder a este reto están, la constructora Colombiana Torres de Málaga asociada a Consinfra, firma internacional de inversión y desarrollos de edificios bajo el estándar Passive House con el objetivo de reducir el consumo de energía y llegar a NZEB – Net Zero Energy Buildings, en el desarrollo del condominio Residencial Puerto Madero (Grafica No.2), un conjunto de 19 hectáreas ubicado a tan solo 7 kilómetros del corazón de Cartagena, por la vía hacia el municipio de Turbaco.
Puerto Madero tendrá 2.160 unidades multifamiliares divididas en subconjuntos, construidos bajo el estándar Passive House, único en el mundo enfocado en reducir el consumo energético y por consiguiente la huella de carbono. Adyacentes a las futuras modernas torres, se construye el subconjunto Guacamayas de casas ecológicas con exuberantes jardines y corredores ambientales creados para cambiar el modelo de vida urbana. En la actualidad se encuentran cuatro casas autosostenibles a punto de estar completamente terminadas.
El aislamiento térmico se logra con tableros de icopor en las paredes exteriores y bajo la placa de cimentación. En el ático se emplea la celulosa, un aislante proveniente de papel reciclado en combinación con una membrana que hermetiza el interior de la casa y en adición logra un balance higrotérmico óptimo de la estructura.
La ventilación balanceada se obtiene de un sistema de recuperación de energía que sincrónicamente baja a temperatura y deshumidifica el aire suministrando aire fresco filtrado y extrayendo aire viciado del interior de la casa en un ciclo continuo.
Las ventanas utilizadas cuentan con doble vidrio sellado que contienen gas Argón para mayor eficiencia térmica. El vidrio utilizado es de bajo coeficiente de ganancia solar y el marco está aislado térmicamente, lo que evita que el interior de la casa se caliente.
Con el diseño Passive House desaparece la necesidad de sistemas de aire acondicionado y por ende la formación de moho en el interior de la vivienda, altamente nocivo para la salud de los residentes.
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