En las últimas horas, varios hechos criminales y terroristas perpetrados por el ELN han sembrado el terror en la comunidad, dejando un saldo de dos uniformados asesinados en Arauca. Mientras tanto, fuertes enfrentamientos entre el ELN y las FARC se estarían registrando en los límites de los municipios de Sardinata, Ábrego y Bucarasica, en el departamento de Norte de Santander. Esta situación ha generado una profunda preocupación en la comunidad local, especialmente por el riesgo que corren los civiles atrapados en medio del conflicto.

Según fuentes en la zona, los enfrentamientos han tomado por sorpresa a los habitantes de estas áreas rurales, donde la población civil es la más vulnerable. El episodio más preocupante se vivió en una escuela rural, donde los estudiantes quedaron atrapados en medio del fuego cruzado. Los niños, aterrorizados por los estruendos de los disparos, se vieron obligados a refugiarse bajo sus pupitres mientras los combates arreciaban en las cercanías.

“Escuchamos los disparos cada vez más cerca, y la profesora nos dijo que nos agacháramos y nos quedáramos en silencio”, relató uno de los estudiantes, quien junto con sus compañeros vivió momentos de angustia e incertidumbre. Padres de familia y docentes están exigiendo una intervención inmediata de las autoridades para proteger la vida de los menores y garantizar su evacuación segura de la zona.

Las comunidades rurales de Sardinata, Ábrego y Bucarasica han sido escenario de una creciente violencia en los últimos meses, debido a la disputa territorial entre el ELN y las FARC. Estas organizaciones criminales se disputan el control de rutas estratégicas para el tráfico de drogas y armas, lo que ha intensificado los enfrentamientos en la región.