Un informe del New York Times titulado, “El Chapo Trial Shows That Mexico’s Corruption Is Even Worse Than You Think” (El juicio de El Chapo muestra que la corrupción en México es aún peor de lo que piensas) y publicado en 2018, reveló en exclusiva una declaración del narcotraficante colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, distribuidor principal de cocaína del Chapo Guzmán desde Colombia hasta México, en la que afirma haber pagado 500 Mil dólares al ex presidente de Colombia Ernesto Samper, como cabeza de la cadena de corrupción de la presidencia de Colombia en su época.

Según la declaración de Ramírez Abadía, el pago se cumplió efectivamente antes del periodo, cuando Samper todavía aspiraba a la presidencia; de acuerdo a la declaración, el pago se dio años antes años de culminar sus funciones como presidente.

Textualmente, el informe publicado en el New York Times establece la siguiente declaración:

“The list of those who took his money was impressive: prison guards, border agents, lawyers and several officers with Colombia’s national police. Mr. Ramírez boasted from the stand that in 1997, he spent more than $10 million bribing what amounted to the entire Colombian Congress to change the country’s extradition laws in his favor. He also claimed to have paid as much as $500,000 to Ernesto Samper, the former president of Colombia, when he was running for office”.

Que traducido del inglés significa: 

“La lista de los que se llevaron su dinero fue impresionante: guardias penitenciarios, agentes fronterizos, abogados y varios oficiales de la policía nacional de Colombia. El Sr. Ramírez se jactó desde el estrado de que en 1997 gastó más de $10 millones en sobornar lo que equivalía a todo el Congreso colombiano para cambiar las leyes de extradición del país a su favor. También afirmó haber pagado hasta 500.000 dólares a Ernesto Samper, el expresidente de Colombia, cuando se postuló para el cargo”.

(La lista de los que tomaron su dinero fue impresionante: guardias de la prisión, agentes fronterizos, abogados y varios oficiales de la policía nacional de Colombia.

El Sr. Ramírez se jactó de la postura de que en 1997 gastó más de $ 10 millones sobornando lo que representó a todo el Congreso colombiano para cambiar las leyes de extradición del país a su favor.