¿Cuál Pacto Histórico en la socialdemocracia?

Causa asombro que por el atraso ideológico que  ha acompañado a Colombia durante varias décadas, al Pacto Histórico de Gustavo Petro  quieren hacerlo aparecer como parte de  la Socialdemocracia, siendo eso un absoluto engaño, puesto que el marxismo-leninismo con su anacronismo y sus taras, es el  que manda la parada en ese movimiento, así traten de mostrar otra cosa para cautivar al electorado; debido a lo cual hay que recalcar  que en Colombia el único partido que está afiliado a la Internacional Socialista es el Partido Liberal, que dirige el expresidente Cesar Gaviria y que apoya la candidatura a la Presidencia de la República de Federico Gutiérrez; lo demás es oportunismo politiquero.

El  Partido Liberal Colombiano, se encuentra afiliado desde hace algunos años a la Internacional Socialista, que representa a escala mundial   la Socialdemocracia; advirtiendo que   históricamente el principal verdugo que ha tenido la Socialdemocracia  ha sido la secta comunista del marxismo-leninismo, incluyendo desde luego a Latinoamérica; existiendo una Internacional comunista para la región que es  el Foro de Sao Paulo, fundado en 1990 por el tirano de Fidel Castro(1926-2016), quien  proscribió y persiguió en Cuba a  organizaciones y líderes seguidores de la Socialdemocracia.

El caso más emblemático en Latinoamérica del accionar comunista en contra de la Socialdemocracia, fue el golpe de Estado en Venezuela que  el orate de Hugo Chávez intentó  el 4 de febrero de 1992 para derrocar al presidente constitucional Carlos Andrés Pérez, cuyo partido Acción Democrática(AD) pertenecía a la Internacional Socialista, ese hecho sangriento  le sirvió a Chávez para engañar e ilusionar a la población venezolana, catapultándose el golpista más adelante, quien fue elegido presidente en las elecciones de diciembre de 1998, lo que ha llevado a la nación vecina a una dictadura que le ha producido a los hermanos venezolanos   muerte y  ruina; sin desconocer que el golpe de Chávez en Venezuela de 1992, fue un trabajo programado por años por   parte de las fuerzas comunistas, para ir minando la democracia e instaurar la tiranía.

En  las múltiples persecuciones  que le ha realizado en la historia el marxismo a los socialdemócratas, se encuentra la que le hizo Benito Mussolini, ya que   a principios del siglo XX el Duce era un marxista  obstinado, y directivo del Partido Socialista Italiano haciendo expulsar de ese bando a los socialdemócratas por blandos, subrayando que Mussolini fundó el fascismo para volverse más “revolucionario” y siempre elogió a   la revolución Bolchevique de Rusia en  1917, y   es de ahí precisamente que Nicola Bombacci fundador del Partido Comunista  italiano acompañó a Mussolini hasta la muerte en la empresa fascista, pues  los dos fueron ejecutados en 1945.

Bombacci  al igual que Mussolini no renegó jamás del marxismo, y  en la revista  La veritá,  escribiría: “El fascismo  ha hecho una grandiosa revolución social, Mussolini y Lenin. Soviet y Estado  fascista corporativo, Roma y Moscú. Mucho tuvimos que rectificar, nada de qué hacernos perdonar, pues hoy como  ayer nos mueve  el mismo ideal: el triunfo del trabajo”. Quedando además patentado que el marxismo al igual que el fascismo que son fuerzas totalitarias han perseguido a las organizaciones democráticas, como lo hizo  Mussolini con la Socialdemocracia en Italia.

Anterior al  ascenso de Hitler al poder en Alemania, el Partido Comunista, señaló a los socialdemócratas como sus principales enemigos, sin importarle la  creciente amenaza que representaba el  Partido Nazi, a lo que hay que agregar que el  periódico comunista soviético Pravda no dudaba en elogiar a los  nazis diciendo que su comportamiento es: “mucho más proletario que el de los socialdemócratas”, lo que llevaría a que el comunismo o  KPD, en las elecciones de noviembre de 1932 le sirviera a Hitler de plataforma para llegar al poder, aplastando las aspiraciones Socialdemócratas,  cuyo gobierno hubieran evitado los desastres de la  Segunda Guerra   Mundial,  demostrándose también la culpabilidad del marxismo en esa tragedia que vivió la humanidad en el siglo XX.

La Socialdemocracia que surge en la Segunda Internacional  de los trabajadores,  rechazó contundentemente los  dogmas marxista, siendo uno de sus principales exponentes  Eduard  Bernstein, quien  destapó  muchas de las falacias que había esgrimido Karl Marx, que de ninguna manera favorecían a los trabajadores, sino que lo que buscaban era oprimirlos mucho  más, mediante una  dictadura de Estado. La Segunda Internacional se disolvió en 1916 y el  genocida Ruso  Vladimir Lenin en 1918, creó una Internacional de bolsillo, lo que demuestra las  contradicciones  irreconciliables entre el comunismo y la Socialdemocracia.

Hay que recordar, que la historia es precisa con respeto a las vejaciones que ha cometido el marxismo-leninismo en contra de la humanidad,  en razón de lo cual  es imposible un acercamiento de los socialdemócratas con las fuerzas totalitarias comunistas, que en Colombia engañan con partidos y movimientos usando varios disfraces, pero que son el mismo tóxico  que  cambia de  etiqueta.

Llama la atención  que algunos dirigentes liberales, de quienes se creían iban a  mostrar su genuina devoción Socialdemócrata, se han ido para la carpa del Pacto Histórico de Gustavo Petro, a quien todavía no se le conoce que haya abjurado del marxismo; alegando dichos liberales  que les gusta la izquierda, cuando el esquema de izquierda y derecha es una simple dicotomía insulsa, en vista de que en la actualidad la contradicción antagónica es entre la democracia y el totalitarismo, encontrándose principalmente en el totalitarismo  al marxismo-leninismo que con sus diferentes pelambres  engaña a muchos cándidos, para tomarse el poder político por toda la eternidad, lo mismo que ha sucedido en varias naciones  que sufren  las calamidades que engendra el comunismo.

Abstract
El  Partido Liberal Colombiano, se encuentra afiliado desde hace algunos años a la Internacional Socialista, que representa a escala mundial la Socialdemocracia.