Maduro en Colombia: ¿El "cambio" de lema del país?

Por: Jennifer Gallón Martínez @JenniferGallonM

Los preparativos de la eventual visita del dictador del régimen chavista Nicolas Maduro a nuestro país, no solamente genera preocupación sino indignación por parte de los venezolanos y también por parte de los colombianos, por tres aspectos: la inseguridad desbordada, es una  afrenta al exilio venezolano que ha encontrado en nuestro país su principal refugio y un mensaje muy delicado sobre la ruptura de la tradición de nuestro Estado de defender las libertades y el respeto a los Derechos Humanos en la región no respaldando regímenes antidemocráticos. Preocupa mucho más  la improvisación e incoherencia del discurso del presidente Petro y sus llamados a la violencia y a las movilizaciones que pareciera que quiere ser el sello distintivo del “Gobierno del Cambio”.

Dedicado a la lucha desde la cárcel y el exilio por la juventud y a la Patria de parte de mi amigo Lorent Saleh y de Eduardo Bittar.

El rumor de la venida de Nicolás Maduro a nuestro país, lleva sonando en los círculos de opinión pública y la prensa de los grandes medios del país desde antes de la Posesión Presidencial del 7 de agosto del año pasado. Ya se sabía que habría un cambio total frente a la política de condena al régimen opresivo que desde 1998, llevó a la postración al país más rico de Sudamérica junto a Brasil.

No ocurrió dicho suceso, pero si afrentas simbólicas que son más que de pésimo gusto dentro de la urbanidad y las buenas maneras de los funcionarios de alto nivel, y más en un Jefe de Estado. El show mediático del desafío a las instrucciones de seguridad frente al desfile de la espada de Bolívar, y el comienzo de los ataques de los influenciadores afines al actual Gobierno contra el Rey Felipe VI de España, por no ponerse de pie por razones totalmente respetables desde su dignidad de representar a una nación que tuvo en el Libertador un enemigo de guerra. Ese talante de estigmatizar a la Madre Patria, es un libreto calcado de los totalitarios del Socialismo del siglo XXI, como Chavez al insultar al Rey Emérito Juan Carlos o a López Obrador exigiendo disculpas por un presunto genocidio…pero curiosamente, todos aman sus lujos, paisajes y tienen bastante fanaticada y hasta dineros y asesorías que reciben de los circuitos progresistas e izquierdistas de dicho país…

Pero volviendo a lo importante: el mal mensaje de ruptura de la tradición de condenar la violación de Derechos Humanos en nuestro país y a lo regímenes totalitarios. Muchos artistas e intelectuales argentinos y uruguayos encontraron en nuestro país, refugio durante los gobiernos de facto de la década del setenta del siglo pasado; y ni que decir de los judíos refugiados en tiempo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) o mucho antes, el recibimiento a exiliados españoles republicanos que huían de la Guerra Civil (1936-1939). Ni que decir de la condena y no recibimiento en los últimos años a Augusto Pinochet, por las graves violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en su gobierno militar de dieciséis años, unidos a otras naciones de la región que tomaron esa misma medida.

No ha habido un país más afectado en el mundo que Colombia, por el daño colateral del éxodo venezolano masivo desde hace más de siete años; y no ha habido un país más generoso e incluyente, y al mismo tiempo organizado desde sus instituciones para organizar dentro de las instituciones y la legalidad a los ciudadanos extranjeros refugiados. La oposición venezolana, no ha tenido un mejor escenario para poder expresar, hasta hace muy poco tiempo, sus puntos de vista y dirimir las discusiones internas que son normales en todo proceso de transformación social.

Y no nos olvidemos de todos esos millones de  ciudadanos extranjeros que desde los oficios más humildes hasta mandos medios en el mundo empresarial y académico aportan a nuestro país y a su crecimiento económico. La migración ha sido un factor de estabilidad y crecimiento para nuestro país, aún en los tiempos difíciles durante y después de la pandemia de 2020 y a pesar de los demás efectos  que se han generado en materia de seguridad, salubridad pública entre otros por la migración masiva y la situación de pobreza que se ha generado por dicho fenómeno.

La ingratitud es la peor muestra de educación de una persona, no obstante algo peor es traicionar la propia esencia. El lema de nuestro escudo nacional “Libertad y Orden”, cada vez está más lejos del ejercicio institucional del Estado, y es visto al ser invocado por gobernadores y alcaldes de la mano de la sociedad civil como una amenaza a un “cambio”, que hasta ahora se está dando contra la esencia democrática y de respeto a los Derechos Humanos que ha tenido Colombia.  Pero también el principio de legalidad, ya que el dictador Maduro tiene múltiples acusaciones junto a otros dirigentes del régimen chavista de corrupción, lavado de activos y narcotráfico, algunos incluso con circulares rojas de INTERPOL, que promueven sus capturas internacionales. Salvo en Cuba o en la Colombia actual que se está convirtiendo de tierra de oportunidades a tierra de impunidad, en el refugio de criminales de lesa humanidad y de delincuentes comunes.

Maduro, para todos los demócratas, es persona “non grata” en las tierras de la Gran Colombia, el verdadero sueño de unidad de Bolívar y así seguirá siéndolo no se puede olvidar todo el mal ocasionado los muertos y delitos que ya cometido para sostener un régimen totalitario que no respeta los derechos más básicos de sus ciudadanos y los obligó  al exilio.

Abstract
Maduro, para todos los demócratas, es persona “non grata” en las tierras de la Gran Colombia, el verdadero sueño de unidad de Bolívar.