El reciente hurto y quema de un equipo perteneciente al ingenio azucarero de Riopaila, ubicado al norte del Cauca, prendió las alarmas por la forma sistemática con la que están actuando los responsables de estos hechos.
El hecho en cuestión sucedió el pasado 1 de julio. Un remolque cañero fue atacado y quemado por encapuchados que intimidaron a los trabajadores y al conductor del vehículo.
La empresa Riopaila Castilla, los propietarios de la Finca se pronunciaron inmediatamente frente al a este acto, rechazando el ataque contra su empleado y sus maquinarias.
Pero detrás de este hecho, hay situaciones que preocupan a las comunidades y dueños de tierras tras los recientes anuncios de la ministra de agricultura del actual gobierno.
De acuerdo a un informe publicado por La Revista Semana, la cuál recogió varios testimonios de la población que habita allí, trabajadores, contratistas y dueños de tierras se encuentran preocupados por que estos hechos vuelvan a suceder.
En este caso y según la Revista Semana, el cuestionado CRIC, el Consejo Regional Indígena del Cauca, ha tenido como excusa la querer liberar a la Pachama, para ocupar e invadir haciendas y terrenos de esta región pertenecientes a empresas y cultivadores de caña.
Textualmente, el informe de La Revista Semana señala que:
“En la actualidad, según cálculos de empresarios, hay alrededor de 5.000 hectáreas de terrenos baldíos, improductivos, que fueron despojados a la fuerza. “Lo que está ocurriendo hoy no sabemos si es obra de los indígenas, lo que sí sabemos es que llega un puñado de hombres encapuchados y armados, nos dicen que debemos salir del terreno y que no nos quieren volver a ver por allá. Luego esas tierras son ocupadas irregularmente: hacen un par de casetas en guadua, pero no la trabajan. La dejan ahí baldía”, contó uno de los trabajadores amenazados por estas bandas invasoras”.
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