El banco estadounidense J.P. Morgan emitió un análisis que dibuja un panorama sombrío para la economía colombiana, alertando sobre posibles impactos negativos en la inversión extranjera. Según la institución financiera, el país enfrenta desafíos significativos que podrían agravar su situación fiscal y minar la confianza de los inversionistas internacionales.
El informe destacó la posibilidad de que la agencia Standard & Poor's (S&P) reduzca nuevamente la calificación crediticia de Colombia, que actualmente se encuentra en BB+ con perspectiva negativa, a BBB-, un cambio que tendría profundas implicaciones. Esta degradación podría reducir aún más la confianza en la economía del país, dificultando la llegada de capital extranjero necesario para impulsar proyectos estratégicos.
En su análisis, J.P. Morgan recordó que en enero de 2024 S&P ya había ajustado la perspectiva crediticia del país de estable a negativa, señalando riesgos relacionados con el crecimiento económico y la inversión, así como el potencial aumento del déficit fiscal y el déficit en cuenta corriente.
El banco señaló que Colombia podría alcanzar un nivel de déficit fiscal similar al registrado durante la pandemia, con proyecciones de un 5.7% para 2024 y 5.4% en 2025. Este deterioro en las finanzas públicas podría tener consecuencias graves para la estabilidad económica y la capacidad del país de cumplir con sus compromisos financieros.
Otro punto crítico señalado en el informe es el impacto potencial del proyecto de ley que busca reformar el Sistema General de Participaciones (SGP). La propuesta, actualmente en discusión en el Congreso, plantea incrementar las transferencias a las regiones del 23.8% al 39.5% en un plazo de 12 años. J.P. Morgan advirtió que esta reforma podría poner en riesgo la sostenibilidad fiscal del país, especialmente en un contexto de bajo recaudo tributario. De aprobarse, el flujo de caja del Gobierno podría verse significativamente afectado, sumando presión a una economía ya debilitada.
En términos cambiarios, el peso colombiano podría sufrir una mayor devaluación. Ante este panorama, J.P. Morgan ajustó su recomendación para Colombia a “Underweight”, lo que sugiere que los inversionistas deberían reducir su exposición a activos colombianos. Esto podría traducirse en un dólar más caro, encareciendo las importaciones y afectando el poder adquisitivo de los colombianos.
El análisis de J.P. Morgan pone en evidencia los retos que enfrenta Colombia en un entorno económico global cada vez más complejo. Las decisiones del Gobierno en términos de reformas fiscales y económicas serán cruciales para recuperar la confianza de los mercados y evitar una mayor presión sobre la economía nacional.
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