A partir del acuerdo de la Habana se crearon una serie de entidades y mecanismos que tienen como objetivo contribuir a que lo pactado en Cuba se cumpla al pie de la letra.
Una de esas entidades es La comisión de la verdad. Esta tiene como finalidad buscar el esclarecimiento de las causas y patrones que se dieron durante el conflicto armado. Y así poder garantizar el derecho a la verdad de las víctimas y de la sociedad colombiana.
Se supone que la Comisión debe ser una entidad neutral pero lamentablemente ese no es el caso. Los sesgos de la comisión de la verdad son sumamente visibles, lo cual es muy preocupante ¿Cómo es posible obtener verdad cuando hay inclinaciones ideológicas tan marcadas? ¿qué verdad van a escribir si no tienen neutralidad?
Solo hay que remitirse a las redes sociales de los comisionados o a las entrevistas que han dado a lo largo del tiempo para ver cuáles son sus inclinaciones ideológicas y para evidenciar que no existe objetividad.
De los 11 comisionados 8 tienen tendencia a la revolución, a la izquierda, al comunismo, son antimilitaristas e incluso han defendido a grupos armados.
Por ejemplo, el padre Francisco de Roux dio una entrevista al Espectador en 2018 en la que defendía la idea de la no extradición de alias Santrich.
Lucía González otra de las comisionadas, ha publicado en su Twitter trinos en donde dice: cito textualmente “Yo hoy estoy de fiesta porque las FARC constituyeron su partido político. No solo respeto, comparto sus principios. Buen camino” o quien constantemente retuitea trinos de Sandra Ramírez o tweets en contra de las Fuerzas Militares.
¿Con que objetividad, alguien que defiende y comparte los principios de las FARC puede escribir lo que hicieron miembros de ese grupo?
No olvidemos a la comisionada Martha Ruiz, quien en lugar de buscar la verdad y ser un ejemplo de paz se dedicaba en su cuenta Twitter a trinar mensajes de odio como, por ejemplo, cito textualmente “Uribe da asco realmente” o “Uribe, Dios de la guerra”.
Por otro lado, encontramos a Alejandro Valencia quien en sus escritos académicos no habla de las FARC como un grupo terrorista, sino que prefiere catalogarlos como un grupo beligerante.
Alejandra Miller por su parte, deja en evidencia su rechazo y odio frente a las Fuerzas Armadas, especialmente el Ejército. Uno de sus trinos más llamativos hace referencia al lamentable hecho en el que miembros del Ejercito abusaron de una menor, pero el verdadero problema de este trino es lo que ella afirma y generaliza: “No están locos, ni enfermos, saben lo que hacen, solo que es legitimado y validado por sus superiores, por la sociedad y por la institucionalidad. Ante la impunidad generalizada, y los discursos del “todo vale y nada pasa porque son héroes”, solo veremos la repetición”. ¿Qué garantía tendrán los militares al hablar con la Comisión, si es evidente que tienen un grupo que los persigue y juzga generalizadamente?
Alejandro Castillejo, quien da retweet a trinos en los que afirman que Colombia tiene un narcogobierno o en contra del Ejército, en donde afirman nexos de la institución con los paramilitares. También valida el régimen en Cuba, puesto que en varios tweets apoyaba que médicos cubanos llegaran a Colombia para ayudar con la crisis sanitaria provocada por el covid-19
La comisionada María Patricia Tobón, mencionó respecto al caso de abuso sexual contra una menor indígena, que los militares tienen esas prácticas. Una generalización fuerte y denigrante. Dado que esa es una situación que involucra a unos cuantos, no a todos los militares ni a la institución.
En cuanto al español Carlos Beristain, durante su trayectoria académica y profesional se ha dedicado a la defensa de Víctimas del Estado, mostrando así un claro sesgo en contra del Estado.
Con respecto a lo que se ha venido evidenciando es preocupante que la historia la reescriban este tipo de comisionados. La objetividad claramente no existe. ¿Cómo podremos confiar los colombianos en lo que escribirá la comisión de la Verdad? ¿con que confianza podrán hablar miembros de las Fuerzas Armadas si tienen 9 persecutores en frente?
Se sigue evidenciando como el acuerdo solo sirvió para dejarnos a merced de criminales como los de las FARC y de personas que durante años han validado su actuar.
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