Hace pocos minutos, las Fuerzas Militares de Colombia descubrieron un depósito ilegal de la organización terrorsita del ELN en la zona rural de Istmina, Chocó, específicamente en el corregimiento de Perrú. El depósito contenía cinco rampas diseñadas para lanzar explosivos artesanales cargados con metralla, colocadas estratégicamente a orillas del río San Juan. Estos explosivos tenían como objetivo tanto a las tropas militares como a la población civil que transita por el área.
Unidades de la Décima Quinta Brigada del Ejército y del Batallón Fluvial de Infantería de Marina N°24 lograron desactivar las rampas, evitando posibles daños a sus efectivos y a los habitantes de la región. El general Wilson Martínez, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, denunció que el uso de explosivos por parte del ELN viola las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y genera intimidación en la población local, además de fomentar acciones hostiles como el reclutamiento forzado. Esta operación se dio después de que tropas del Ejército y la Armada fueron atacadas por el ELN en el río San Juan días antes.
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