Taiwán, con su liderazgo en innovación tecnológica, particularmente en el sector de los semiconductores, emerge como un actor indispensable en la configuración del orden internacional.

Por: Verónica Kuei, Representante del Gobierno de Taiwán en Colombia

Taiwán, con su liderazgo en innovación tecnológica, particularmente en el sector de los semiconductores, emerge como un actor indispensable en la configuración del orden internacional. Su posición como el principal fabricante mundial de chips avanzados lo convierte en un pilar fundamental de las cadenas de suministro globales. Además de su liderazgo tecnológico, la ubicación geográfica de Taiwán lo convierte en un punto focal de la geopolítica regional y global. El Estrecho de Taiwán, una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, es un corredor importante para el comercio internacional.

La estabilidad y la prosperidad de Taiwán son esenciales para garantizar la seguridad y la resiliencia de las cadenas de suministro globales, y para promover el crecimiento económico en la región de Asia-Pacífico. Los foros multilaterales, como el G7, la Unión Europea, la OTAN y la ASEAN, han reconocido la importancia estratégica de Taiwán y han expresado su preocupación por las crecientes tensiones en el Estrecho de Taiwán, subrayando la necesidad de mantener la paz y la estabilidad en la región. La reivindicación de Taiwán en estos foros es esencial para fortalecer la cooperación internacional y abordar los desafíos comunes.

Para preservar esta estabilidad, es fundamental fortalecer el marco multilateral de cooperación internacional. La Organización de las Naciones Unidas, como el principal organismo de cooperación internacional, está excepcionalmente posicionada para abordar los desafíos de seguridad regional y promover la estabilidad económica global. La ONU debe actuar como garante de la paz y la seguridad en el Estrecho de Taiwán, incorporando a Taiwán en el diálogo y la cooperación en su sistema.

Mirando hacia el futuro, Taiwán seguirá desempeñando un papel proactivo en la construcción de un orden internacional más justo y equitativo. Su historial y potencial de cooperación internacional y su capacidad de innovación lo convierten en un socio confiable para enfrentar los desafíos globales. La colaboración entre Taiwán y la comunidad internacional es esencial para garantizar un futuro más seguro y próspero para todos.