Por: Jorge Luis Díaz
La inseguridad en Colombia ha llegado a niveles tan preocupantes que quienes han sido los peores criminales del país no se sienten seguros, y no precisamente por la contundencia de la política antidrogas, la eficiencia de las fuerzas del Estado o la fortaleza de la justicia. Al contrario, se sienten inseguros por el empoderamiento de las bandas criminales y Grupos Armados Organizados en todo el territorio nacional que siguen masacrando, y matando líderes sociales y excombatientes a diestra y siniestra.
Timochenko después de haberse dedicado durante los últimos 4 años a culpar de manera conveniente al uribismo y a Iván Duque por el asesinato de líderes sociales y excombatientes, hoy parece darse cuenta de que el presidente Gustavo Petro, de sus propias filas, y principal beneficiado de la exitosa campaña de desprestigio no les ha dado los resultados esperados. Tanto es así que el principal líder de los excombatientes de las “extintas Farc” dice sentirse más seguro en el gobierno del Centro Democrático y no en su propio gobierno. Para él los grupos armados están muy envalentonados. Pero ¿cómo no lo van a estar? si es que el gobierno ha declarado un cese “bilateral” que sólo están cumpliendo los agentes del Estado, y se ha dedicado más bien a quitarle las capacidades operativas a las Fuerzas Militares con el retiro de 70 generales y la persecución interna que causó la renuncia de más de 700 hombres.
Al menos se puede decir que el exguerrillero es sensato teniendo en cuenta que hoy existen los negacionistas del declive en materia de seguridad. Son pocos los que critican, y lo hacen en voz baja, porque al parecer, lo importante en visibilizar las masacres, no eran las vidas, sino poder hacer política con ellas. Hoy hablar de ellos no conviene y es mejor salir a decir que las cifras en materia de seguridad son falsas, así sean publicadas por el mismo Ministerio de Defensa. Curiosamente muchos de quienes hablaban del tema con tanta contundencia, hoy callan. Al parecer están muy ocupados desarrollando sus contratos con el Estado.
Tiene razón Timochenko en sentirse inseguro, pues las cifras más recientes muestran cómo la política antidrogas del gobierno ha sido darle carta blanca al narcotráfico, y esto ha traído consecuencias desastrosas. La erradicación manual disminuyó un 93%; la incautación de cocaína disminuyó 39%, y la de Heroína en un 54%. Como resultado de esto, se ve el aumento del secuestro en 96%, las masacres en 67%, el hurto a personas en 18%, la extorsión en 19% y los delitos medioambientales en 10%.
¿Esta es la Paz Total de Petro? Preocupa que con la intención de darle estatus político a cuanto criminal haya en el país han hecho que sean muchos los que decidan irse a la clandestinidad. Hoy los integrantes de los Grupos Delincuenciales Organizados han aumentado en un 55%. Es que cuando se piensa en los beneficios que se les dieron a la Farc, y los que se le piensa dar con la política de Paz Total (que seguramente serán mayores), es evidente que en Colombia la ilegalidad paga mucho más que cualquier otra cosa. A esto se suma la inseguridad jurídica generada por la ambigüedad de la política de seguridad que no solo causa la inacción de las fuerzas, sino también la desmoralización de sus miembros. Ahora bien, si alias Timochenko, que fue uno de los mayores criminales del país se siente inseguro ¿Cómo nos podremos sentir los colombianos de bien?