Tras un extenso debate, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sentenció que no existe el derecho al aborto en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Esta decisión se dio a conocer en la sentencia sobre el caso Beatriz vs. El Salvador, un proceso que había sido impulsado por organizaciones proaborto con el objetivo de legalizar la interrupción del embarazo en Latinoamérica.
De acuerdo con Global Center for Human Rights, la Corte IDH determinó que la muerte de Beatriz, una joven salvadoreña en situación vulnerable, no estuvo relacionada con la negativa de El Salvador a practicarle un aborto ni con la prohibición de esta práctica en el país. Además, la Corte se negó a declarar el aborto como un derecho, no consideró que la prohibición de esta práctica constituyera “tortura” y tampoco ordenó reformas legislativas, como habían solicitado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y diversas organizaciones proaborto.
Implicaciones de la sentencia
Global Center for Human Rights explicó que la Corte sólo condenó al país en algunos puntos secundarios, como la recomendación de actualizar protocolos para embarazos de alto riesgo. Esto significa que no habrá consecuencias de alcance regional derivadas de esta decisión.
Uno de los puntos destacados de la sentencia fue el reconocimiento de la existencia y derechos de Leilani, la hija de Beatriz, quien padecía una discapacidad. Este reconocimiento es un precedente importante para la protección de los derechos de personas por nacer con discapacidad, un aspecto que había sido ignorado por los peticionarios y la CIDH.
Sebastián Schuff, presidente de Global Center for Human Rights, calificó la sentencia como un punto de inflexión en la jurisprudencia de la Corte, que vuelve a respetar la soberanía de los países y los principios de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. “La Corte ha reafirmado la importancia de proteger los derechos establecidos en la Convención sin imponer interpretaciones ideológicas externas”, destacó Schuff.
Por otro lado, Global Center enfatizó que el caso Beatriz estuvo rodeado de escándalos, incluyendo conflictos de intereses y acusaciones de manipulación. Esto subraya la necesidad de garantizar la transparencia e imparcialidad en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, para evitar su instrumentalización en beneficio de agendas políticas o ideológicas.
Un precedente para la región
La decisión de la Corte IDH marca un precedente significativo en la defensa de la soberanía de los Estados y en la interpretación del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Asimismo, refuerza el respeto por los principios establecidos en la Convención Americana y abre un camino para un enfoque más equilibrado en el tratamiento de temas controvertidos.
Este caso, además, visibiliza la importancia de proteger los derechos de las personas por nacer, incluyendo aquellas con discapacidades, y establece un hito para futuras deliberaciones sobre el tema en el ámbito regional.
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