¿Cumplimiento de normatividad, censura o persecución? Caso Eduardo Menoni
Seguramente los que usamos redes sociales nos hemos visto enfrentados en algún momento a la eliminación de una de nuestras publicaciones por “no cumplir con las normas comunitarias” de alguna de las plataformas en línea.
Este tipo de decisiones se toman teniendo en cuenta una serie de normativas que buscan “cuidar” al usuario en línea y tienen como fin evitar que se compartan contenidos extremos, sean en violencia, sexuales o como hemos visto recientemente, que no estén acordes a las políticas de privacidad, veracidad y seguridad de los distintos sitios.
Ahora bien, desmontar una publicación, un contenido, bajo unas reglas que para muchos de los usuarios en red no son totalmente claros es una cosa, otra muy distinta es cerrar canales de comunicación, difusión y denuncia, con miles, incluso millones de seguidores sin dar ninguna explicación o respuesta.
Este es el caso de Eduardo Menoni, un ciudadano venezolano que escapó de la dictadura venezolana y que ha dedicado su vida a denunciar los pormenores de los abusos conocidos en este país, por el mundo entero.
El pasado 7 de octubre se dio el cierre arbitrario de los canales de Youtube de este comunicador que ha cometido el “delito” de poner en evidencia los excesos del socialismo latinoamericano, al mismo tiempo que se convierte en una voz necesaria para los exiliados del régimen chavista en la comunidad hispana.
Ese mismo día se reunía Latamchequea, evento que reunía a chequeadores de la “verdad” de toda América en la ciudad de Bogota, con el cierre de dicho evento las cuentas de Eduardo Menoni que sumaban más de 300.000 seguidores fueron canceladas. Cabe anotar que esta “red de chequeadores” ya había hecho advertencias sobre Menoni y su contenido, considerándolo “peligroso”, debido a su particular forma de denunciar los conocidos abusos de la dictadura venezolana.
Este cierre no es único dentro de la línea de persecución ya vista en Latinoamérica contra influenciadores o comunicadores que no están en la línea socialista o progresista.
Menoni, apelando a recursos de amparo usados por comunicadores de su misma línea en el continente, interpuso una acción de tutela con el fin de garantizar sus derechos fundamentales y para recuperar, no solo sus canales, sino su voz.
Recordemos el caso del periodista colombiano Florencio Sánchez que “con base en el precedente jurisprudencial T-229.2020, que defiende la libertad de expresión, concedió el amparo constitucional al derecho a la libertad de expresión y la libertad de información al periodista ordenando la restitución del canal, así como la de todos sus contenidos” con lo cual recuperó su canal de Youtube.
Eduardo Menoni es consciente de la normatividad de plataformas como Youtube, pero no deja de preguntarse si el cierre de todos sus canales se debe al cumplimiento de un tipo de reglas que claramente violan el derecho a la libertad de expresión, de prensa e igualdad o se relaciona con el evento denominado “Latamchequea”, y que claramente es un nuevo tipo de censura sobre venezolanos refugiados en Colombia o en el peor de los casos, la llegada de Gustavo Petro a la presidencia del país y una persecusión concertada contra los críticos del régimen venezolano.
De otro lado, se plantea que como ciudadanos digitales comencemos a revisar atentamente este tipo de comunidades que provienen de la entraña misma del socialismo local más radical y que se levantan ahora, generando supuestos órganos de veracidad, la gran mayoría de ellos edificados desde la subjetividad emotiva propia de su preferencia política.
No solo debemos revisar y controlar los desmanes políticos y económicos que se vienen imponiendo en todo el continente, debemos cuidar nuestra libertad digital, que cada día se ve más reducida, por no decir censurada.
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