¿Alianza Republicana o “juntanza” incoherente?

Por: Jhon Jairo Armesto Tren

Definitivamente la clase política colombiana como componente visible del Régimen nefasto que domina Colombia y no le permite ser el Estado Nación grande, poderoso y soberano que debería ser, no nos da derecho a un poquito de paz, siquiera los primeros días de enero del Nuevo Año para contemplar las cabañuelas vs. el Cambio Climático. Nuestro país no pasa por buenos tiempos, ni se ve a corto plazo un liderazgo que regrese al cauce de la democracia liberal la conducción del Estado, pero lo más triste, es que el triste papel del Centro Democrático que no ofrece nada al país más allá de una guerra de egos, hablar mal de absolutamente todas las acciones de la Administración actual y ayudar a posicionar las peligrosísimas fichas de los grupos económicos globalistas (Gilinsky, PRISA, Libra Group, etc.) e inventarse palabras para los activistas de internet, como el “petrosantismo”.

No es bonito comenzar mi primera columna de 2025, con una noticia relacionada con alguien que dice la leyenda que ocupó la primera Magistratura de la Rama Ejecutiva del país entre los años 2018 a 2022. Esa persona que tiene a su cúpula medrando desde multinacionales con intereses de colonización empresarial de recursos naturales e intelectuales del país, al servicio del globalismo; otros disfrutando de lo usurpado al actualmente raquítico erario colombiano…y otros mostrando sus caras progres, habiendo sido incluso ministros de Estado. ¿O qué me dicen de la presencia de la primera Minciencias Mabel Torres (2018-2020) como asesora y cuadro político del sector de Guillermo Alfonso Jaramillo, actual ministro de Salud y alfil de vieja data del progresismo y la politiquería tolimense?

Pero, la usurpación de la idea de la Alianza Republicana de forma reiterada por el duquismo es algo que en vez de alegrar debe preocuparnos. En primer lugar, el tristemente ex jefe del Estado no tiene ni tendrá jamás el liderazgo, carisma ni principios con los que contra todo pronóstico gana Álvaro Uribe Vélez en 2002 -algo que los huérfanos de poder del Frente Nacional tardío, el establecimiento liberal y el comunismo nunca le perdonarán-. Ese personaje no es capaz de aparecerse en eventos institucionales del partido, porque sabe que su presencia ocasionaría más mal que bien, porque si bien la tolerancia es base de la conducta civilizada, ante el cinismo es legítimo romperla…y en la Colombia Profunda y en la Colombia Sumergida, las formas estilizadas de hipocresía santafereña o cartagenera no cuentan…yo, como periodista independiente y veedor ciudadano residente en Bogotá simplemente me cambio de calle y ya…¿le podemos pedir eso a un ciudadano del departamento de Vichada donde tuvieron un senador con aval uribista realizando comprobados actos de corrupción, y que además por los negocios extraños de la anterior Administración con  VALOREM (Grupo Santodomingo) ElectroVichada (compañía electrificadora perteneciente a la Gobernación del Vichada) tenga que imponer racionamientos constantes del vital fluido eléctrico afectando la dinámica doméstica, económica y social de la región?

Ese duro establecimiento económico, encabezado por el Consejo Nacional Gremial, que ahora será dirigido por el ex ministro de Vivienda santista Camilo Sánchez, y con un directivo más globalista y populista “yuppie” como el saliente de ingrata recordación Bruce Mac Master (aúlico de la campaña de estafa social “Soy Capaz” con la que extorsionaron a casi todas las marcas del país y les tocó eliminarla a los dos meses por el rechazo del pueblo colombiano manifestado en las bajas ventas). Rojas Pinilla fue derrocado por la unión de dirigentes de ambos partidos y por el poder económico, pero logró crear como estructura intermedia afín a ACOPI como contrapeso a la todopoderosa ANDI. El actual Gobierno no ha sido capaz de organizar una política pública sólida y en un mismo lenguaje jurídico e institucional para reivindicar los sectores productivos y sociales que se encuentran alrededor de la Economía Popular y Comunitaria. Gran falencia que pueden aprovechar desde el Régimen que permitió su triunfo planificado en 2022, para posicionar a un supuesto outsider reviviendo el pánico a la continuidad izquierdista, para destruir tanto a esa opción de poder,como a los partidos tradicionales, a las opciones nacionalistas y de liderazgos fuertes (la denominada “extrema derecha”) llegando al fin del Centro Democrático…y de todo el uribismo (que muchísimo se encuentra por fuera de la militancia e instituciones de dicho partido)...

La pregunta que nos debemos hacer, es: ¿la Unidad debe entenderse como “juntanza”, como sancocho, como masa amorfa de incluir personajes no viables políticamente, moralmente impresentables e inclusive de defender lo indefendible? Sería preferible el exilio o la derrota en franca lid, pero con las respectivas realizaciones morales de recuperar la grandeza y voluntad real popular de nuestro país. Por eso la Derecha debe tener candidato propio, sin Alianzas ni concesiones, nada más que con el pueblo colombiano…

POSDATA: La actual Administración de Carlos Fernando Galán en Bogotá, es la demostración que la Ley de Murphy es una ley colombiana, sobre todo en el principio de que todo es susceptible de empeorar, y si es posible alguien peor que globalista que Iván Duque, además de blandengue y mediocre en diferentes frentes, en especial con el pésimo manejo que le ha dado a la política pública de medios alternativos, comunitarios e independientes de la ciudad. Se logró gracias a liderazgos valiosos y al Concejo un porcentaje histórico para los verdaderos comunicadores. Estaremos atentos a su cumplimiento, pero sobre todo a que no se desmantele a través de la mediocridad y la repetición de refritos de RCN la programación del Canal Capital, que deberá tener, en cumplimiento de la Ley, una franja de programación para la expresión de los sectores opositores e independientes críticos a la Administración sin ningún tipo de censura. Por Bogotá estemos atentos.

Abstract
Definitivamente la clase política colombiana como componente visible del Régimen nefasto que domina Colombia y no le permite ser el Estado Nación grande, poderoso y soberano que debería ser.