La elección del excabecilla del M-19, Gustavo Petro como presidente de Colombia, en lo que podría definirse como un hito negativo para Colombia, ha estado marcado por las constantes y sistemáticas amenazas contra periodistas, medios de comunicación y ciudadanos demócratas que buscan hacerle una sana oposición, con argumentos y hechos que anteriormente ya se venían cubriendo en los medios nacionales e internacionales.
Los mensajes de amenazas parecen seguir un mismo patrón y, en muchos casos siguen el mismo discurso que en los últimos años han marcado los “seguidores” y bodegas de Gustavo Petro: Aquel que no piensa igual que ellos es “Uribista”. La “absoluta verdad” que quieren imponer está basada en insultos y amenazas, esta se ha evidenciado de formas más constante en estos últimos 4 días tras su elección.
Por ejemplo en el caso de la exitosa periodista Laura Pinzón, ha recibido cientos de mensajes negativos en contra de su profesionalismo, tales como amenazas contra su persona y familia, agresiones como mujer y hostigamientos constantes.
Para su caso en especial, los ataques se dan a partir de dos de sus trinos donde expone su sentir sobre la inconveniencia de tener un presidente de izquierda. Puntualmente, los dos mensajes publicados en su perfil en Twitter exponen de una forma correcta, la realidad y la situación de los jóvenes del país quienes lamentablemente tienen desde sus principios, el desconocimiento de la historia y han sido cooptados para propósitos de la agenda progresista.
Es evidente que sobre los dos mensajes publicados han sido, por lo menos más de 1.000 mensajes insultantes entendiendo de esta forma, la falta de cultura y educación de muchas bodegas y seguidores del presidente electo.
Además de ello, las amenazas que deberían ser ya analizadas por la Fiscalía y otros organismos, atentan contra su integridad, afectan su buen nombre y su profesionalismo. El comportamiento de los mensajes, siguen un mismo patrón y los ataques aumentan de forma consistente.
Textualmente, en su mensaje en Twitter expone que:
“La mayoría de adeptos al presidente electo Gustavo Petro son los jóvenes, desconocedores de la historia de Colombia, irrespetuosos de las instituciones, amantes del libertinaje”.
Al mismo tiempo atentan contra la libertad de prensa.
Caso similar ha sido expuesto por el director de El Expediente, Gustavo Rugeles, quien ha recibido así mismo exposición de mensajes negativos que han atentado contra su nombre, su profesión y su vida. Estos han ido en aumento sistemáticamente tras la elección del excabecilla del M-19.
Toda esta situación ha venido siendo rechazada con un contundente mensaje por parte de la Agremiación Iberoamericana de Prensa Independiente quienes han pedido a las autoridades investigar los amenazantes mensajes.
Lo más preocupante es que vendrían de cuentas de organizaciones que promueven el terrorismo urbano como los de la “Primera Línea”.
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